Leyendo las noticias te encuentras con un "pobre mártir", Fernando Ferrín Calamita. Pero yo no lo veo así, Lázaro Carreter decía que en el castellano la palabra más conmovedora era 'anciano', alguna de las más bellas 'madre' o 'azul'; la más sonora 'crisálida', pero la que era IMPRESCINDIBLE era 'imbécil'. Así que más que ante un pobre mártir nos encontramos ante un pobre imbécil. En sus declaraciones llega a decir que se le persigue por ser católico, casi llorando habla de cristianofobia.
Parece que este imbécil no se da cuenta de que está siendo juzgado por no cumplir la legalidad vigente. Y si él está aplicando la ley divina a la ley civil pues será juzgado por ello. Si quiere aplicar sus creencias particulares al brazo seglar debiera opositar a la magistratura vaticana, donde una cosa y otra (cual sociedad talibán) son lo mismo.
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