lunes, septiembre 15, 2008

Desarrollo sostenible, río Huerva, perclorato y una Exposición Internacional




Zaragoza está en medio del valle del Ebro, como todo el mundo sabe, de hecho este río es el más conocido por todas, sin embargo no todas las personas serían capaces de citar a los otros dos ríos que desembocan en el Ebro en el área de Zaragoza. El río Gállego y el Huerva. Es de suponer que los primeros asentamientos humanos se remonten a la llegada de los primeros homínidos al valle, la situación de Zaragoza (entre los tres ríos) en medio de un clima semidesértico (un promedio de 315 mm anuales) es realmente privilegiada, la vegetación de ribera alojaba una fauna rica y variada, las avenidas de los ríos creaban una vegas feraces y muchos de los animales de los alrededores se tenían que acercar a la fuerza en busca de agua, creando un cazadero ideal.
Hoy la situación ha cambiado mucho, la agricultura intensiva y la ganadería extensiva han cambiado para siempre el paisaje, el desarrollo urbanístico ha sido brutal, la población oficial es de 654 390 habitantes, la real bastante mayor. Pedir que se vuelva a lo original sería tan bonito como irreal, Zaragoza no puede volver a ser un pequeño asentamiento, ni la Caesaraugusta romana ni la Saraqusta musulmana. Tanto ha cambiado que ni siquiera se podría volver a la Zaragoza de mediados del siglo XX. Pero sí que habría que pedir un desarrollo más sostenible, ¿cuántas "ecociudades" como la de Valdespartera puede soportar un territorio? ¿cuántos centenares de miles o millones de habitantes convierten a una ciudad en sostenible?
Estas son preguntas muy debatidas en los foros de urbanismo actuales, y no creo que yo pueda aportar mucho sobre el tema, sí que puedo aportar un dato, hoy he ido a Cuarte de Huerva en bici, he pasado sobre el río(?) que da el apellido al pueblo/ciudad dormitorio y la vergüenza ha saltado a mi rostro tan rápidamente como el hedor subía desde el cauce. Después de la clausura de una Exposición internacional dedicada al agua y al desarrollo sostenible es todavía más triste si cabe el que uno de los ríos que desembocan y atraviesan Zaragoza se encuentre en el estado en el que se encuentra. Una hedionda alcantarilla, escondida de la población a base de encajonarla en un cauce de hormigón en buena parte del recorrido que hace por la ciudad.

Por último apuntar que resulta una contradicción y un claro ejemplo de que la Expo ha sido un lavado de cara sin mayor interés en crear sinergias que cambien la cara real de la ciudad y la manera en que ésta funciona. Hoy en la prensa se recoge con gran fausto y alegría las cuarenta (40) toneladas de pólvora quemadas a la orilla del Ebro. Al parecer los "ecológicos" organizadores no saben que uno de los componentes básicos de los fuegos artificiales es el perclorato (también se utiliza en herbicidas) un elemento contaminante de la tierra, el aire y el agua. De hecho en Estados Unidos se está investigando mucho en los últimos años por parte de la PEA, la Agencia de Protección Ambiental, ya que en la festividad del 4 de Julio muchos de los artefactos pirotécnicos se tienden a poner al lado de ríos y lagos para controlar así más fácilmente la posible propagación de incendios. Esto tiene como contrapartida el que el agua quede contaminada y que luego ese agua se utilice para riego o incluso para agua de boca. Así que este año la cosecha de arroz del Delta del Ebro no sé qué tal saldrá, quizá con un ligero sabor más "ecológico" de lo normal, que les den las gracias al "desarrollo sostenible" defendido hasta el final por los organizadores de nuestro fastuoso "evento".

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