A ti, con quien sé que puedo llorar y a quien puedo mostrar mi alma y mis miedos, contigo he reido, he bebido los peores brebajes, disfrutado del mejor sol, hemos caminado bajo las estrellas o disfrutado del silencio. Contigo muchas veces no ha hecho falta hablar para entendernos, has soportado mis fallos, has sabido ver más allá de mis errores, hemos compartido las peores resacas de sueños y a pesar de ello hemos querido seguir caminando hacia el horizonte de la utopía, por el mero placer de no estar quietos. Las banderas desgarradas que han quedado como hitos en nuestra vida nos han enseñado a atravesar las caretas de la gente, viendo más allá de su alma.
Contigo sé que disfrutaremos muchos aniversarios, sé que aunque pasen mil años nos seguiremos queriendo, tengo la certeza de que el brillo de nuestra mirada nunca se apagará y sé que el pequeño fuego que hemos creado algún día incendiará la pradera. Te quiero.
¡Salud!
Contigo sé que disfrutaremos muchos aniversarios, sé que aunque pasen mil años nos seguiremos queriendo, tengo la certeza de que el brillo de nuestra mirada nunca se apagará y sé que el pequeño fuego que hemos creado algún día incendiará la pradera. Te quiero.
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