A cuentas de la foto publicada por Chunta Aragonesista Alcorisa: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=361638200568874&set=a.151091964956833.36486.100001680903666&type=1&theater
No
he podido menos que pensar en cómo el sistema político español (en el
que guste más o menos Aragón está plenamente inmerso) está basado en el
poder de los partidos. Te hace plantearte para qué hacen falta tantas
diputadas, bastaría con una persona por partido, que eso sí representase
el número proporcional de votos, y nos olvidamos de las chorradas de
tener tantos congresistas y senadores votando no lo que piensan, sino lo
que su partido les dice.
Bien, vale, sé que aparte de las
votaciones hay trabajo de despacho y que hay personas que realmente se
curran su estancia en las cámaras. Pero me da igual, la vida interna de
los partidos está tan apoltronada y tumefacta que da igual cómo lleguen
esos "trabajadores" al Congreso (el Senado dudo que sirva ahora mismo
para nada). Es decir, da igual que les coloquen en alguna provincia para
que salgan y trabajen en las instituciones. Que cada partido obtenga
una representación, que salga una persona por cada uno representando el
número de votos que le correspondería y que según el número de
"diputadas virtuales" pudieran contratar un número fijo de trabajadores
contratados por cuanto durase la legislatura para sacar el trabajo
necesario.
Porque hay que afrontar la realidad, los
partidos cada vez conectan menos con la realidad social y eso es en gran
parte por la forma en la que se funciona internamente. La renovación de
los partidos se produce por relevo generacional, donde los "mayores"
dan el poder a los menos mayores. Pero para que los segundos lleguen en
posición ventajosa para conseguir el beneplácito de los primeros, que al
fin y al cabo son los que controlan el partido y su aparato
burocrático, puesto que han sido ellos quienes han decidido quiénes han
de estar y donde tienen que estar los cargos políticos y orgánicos, se
ha producido antes una selección interna, en donde los sucesores serán
por fuerza las personas que menos han cuestionado el poder de los
"mayores" y quienes han "perdonado" y justificado todos los errores que
se hayan podido cometer.
De suerte que en vez de evolución
y cambio profundo de ideas y conceptos en los partidos lo que ocurre es
una evolución mucho más lenta que la de la sociedad. Donde los errores se asumen (en el caso de que eso ocurra) con muchísimo retraso.Y no nos
engañemos, los partidos nunca pueden ir a la misma velocidad que la sociedad, ni sería
aconsejable que eso ocurriera, porque se perdería continuidad en el
trabajo a largo plazo. Pero lo cierto es que el sistema partitocrático
español lo que hace es ir muchísimo más despacio de lo que debieran, con lo que el discurso
dominante parece no ya dirigido a los padres de las generaciones más
jóvenes, sino directamente a los abuelos de éstas.
La
democracia no funciona como debiera, pero es en gran parte porque los
partidos que la representan están cambiando la democracia por la
partitocracia, y si se quiere encontrar una democracia perversa y
pervertida, vestida eso sí de democracia formal, solo hay que mirar el
funcionamiento de la mayoría de los partidos políticos.
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