miércoles, septiembre 15, 2010

Liberalismo, socialdemocracia y pesimismo


He estado ojeando la página del teaparty y no he visto proselitismo de Dios, pero dado que soy un pensador impenitente no puedo evitar relacionar a Palin con el teaparty y me parece una meapilas en toda regla. De igual manera, aunque no estén organizados, me imagino a los del cinturón de la Biblia más cerca del teaparty que de los republicanos (por no hablar de los demócratas).

De cualquier manera, y siendo este un artículo titulado 'liberalismo' me voy a centrar en la economía, creo que los del teaparty llevan una lucha tan loable como perdida (algo parecido pasa con los comunistas europeos). Tal como veo la cosa EEUU ha pasado ya la línea de equilibrio entre poder económico y poder militar.

Me explico, EEUU surgió como potencia económica en el siglo XX, pero estaba poco interesada en tener un ejército o una marina que le dieran presencia global. Es lo que se ha llamado 'aislacionismo', pero que era básicamente pensar en que si las cosas iban bien y se tenía el control del patio trasero (doctrina Monroe, europeos fuera de América) no se necesitaba hacer saber al kaiser de turno o a la graciosa majestad de turno lo que se podía ser si se quisiera. La Primera Guerra Mundial cambió momentáneamente eso, pero después se volvió al 'cascarón'. La Segunda Guerra Mundial cambió el mapa del mundo, EEUU pasó de estar en su esfera influencia a convertirse en potencia global con bases militares alrededor de todo el mundo. El poder económico y el militar fueron a la par, creciendo ambos. Sin embargo desde la caída del telón de acero EEUU se ha convertido en la única superpotencia y actualmente el poder militar supera al poder económico. Eso no es sostenible a la larga, se necesitaría potenciar la economía y disminuir el Estado (lo que propugna el teaparty) sin embargo se necesitaría mantener o aumentar el poder militar, ante cualquier síntoma de debilidad habría países que aprovecharían para socavar el poder de actuación estadonidense.

Conseguir desmontar/modificar el entramado estatal que han construído las distintas administraciones en los últimos 60 años no es fácil. El estímulo económico que propició Reagan llevó a un déficit desmesurado, y aunque fuera un mal necesario para los objetivos del ex-actor de películas del Oeste, era algo insostenible a medio-largo plazo. La reactivación económica brutal (unas tasas inauditas) de la época Clinton llevaron a la especulación y desmorone de ciertas maneras de hacer negocio que habían empujado a la economía.

El crecimiento más grande, sostenido y real lo está llevando China. El problema del modelo de crecimiento chino es que no se puede extrapolar a los países occidentales. Es más, un socialdemocráta aceptaría las reglas de juego político-económicas de un liberal antes que aceptar las chinas y un liberal aceptaría la socialdemocracia Noruega antes que el modelo chino.

Tengo la impresión de que luchar por el liberalismo o por la socialdemocracia ahora es como defender el sistema esclavista romano en el siglo V en Tarraco en vez de empezar a feudalizarse.

Ojo, no digo que haya que bajar los brazos y rendirse, hay que luchar por lo que se ha conseguido, pero en ocasiones creo que estamos caminando en uno de los precipicios que de vez en cuando ofrece la historia y mi intuición me dice que terminaremos cayendo (ojalá me equivoque).

Soy pesimista, pero hoy por hoy, si no hay una revolución tecnológica brutal que empuje y genere riqueza a nivel mundial (fusión nuclear?) veo a occidente en mala situación, egoistamente espero que EEUU sea Roma y Europa quede como una especie de Bizancio.

1 comentario:

picarralero67 dijo...

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=113057