Texto presentado por Chobenalla Aragonesista en la VII Asambleya Nazional de Chunta Aragonesista, Zaragoza 2004.
PROFUNDIZACIÓN DE LOS DERECHOS COLECTIVOS DE ARAGÓN
En aras de lograr un mayor consenso entre las distintas sensibilidades políticas dentro de Chunta Aragonesista, y dado que a día de hoy nos hemos consolidado como referente del aragonesismo de izquierdas tanto a nivel político como social, se hace ineludible el plantear un programa marco de “mínimos máximos” para que podamos trabajar a corto-medio plazo en las “dos velocidades” en las que están encajadas nuestras legítimas aspiraciones como Pueblo aragonés, es decir, como sujeto político con derecho a luchar por sus propias libertades:
1) El actual marco jurídico-legislativo consagrado por la Constitución del Reino de España (1978) y por el Estatuto de Autonomía (1982) nos lleva a reivindicar una vía reformista con el fin último de mejorar la calidad de vida y el autogobierno de los ciudadanos aragoneses. En este marco se han insertado las posturas de Chunta Aragonesista en los últimos tiempos. A corto plazo y dependiendo del mapa político que se configure tras las elecciones estatales del 2004, deberíamos continuar defendiendo la revisión del texto constitucional, para cambiar el actuar reparto vertical de la soberanía ya que la capacidad última de decisión siempre permanece en las Cortes Generales, para evitar que la reforma de los estatutos autonómicos dependa en última instancia de ellas (art. 147 de la Constitución), o para evitar el recorte de competencias estatutarias mediante la duplicación o invasión de normativas estatales (art. 150.3). Así mismo, debemos seguir apostando por la supresión de las Diputaciones provinciales así como exigir que desaparezcan los gobernadores civiles, introduciendo mecanismos de corte federal que le permitan al Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón ser el representante del Estado en nuestra nación, y para seguir avanzando en uno de los objetivos ya plebiscitados por la propia Chunta Aragonesista, el reestructurar el territorio aragonés mediante la creación de una “Federación de Comarcas” (art. 7.a de los Estatutos del partido). Otro aspecto a reformar sería el Senado ya que actualmente no cumple su función consagrada constitucionalmente como cámara de representación territorial, agravada por ser un órgano de composición provincial; se trata de un vacío gravísimo ya que las Comunidades Autónomas dependen de la discrecionalidad del Gobierno central para mantener relaciones sobre problemáticas comunes (léase el Plan Hidrológico Nacional). Y se hace evidente que una autonomía política eficaz no puede desarrollarse adecuadamente sin una buena financiación: Aragón debería luchar por tener una autonomía fiscal al modo vasco-navarro, sin renunciar a la deuda histórica acumulada desde 1707 por el Estado español y que viene a estimarse en unos dos billones de euros.
2) A largo plazo pero trabajando desde ya deberíamos plantear la vía soberanista como “segunda velocidad” de este proceso. Todo esto se supone como asumido por Chunta Aragonesista dado que reconocemos a la ciudadanía aragonesa como sujeto soberano de derechos y libertades basados en el derecho a la autodeterminación. Aragón debería tener voz propia y mecanismos legales que lo permitiesen, en la Unión Europea, para defender los problemas que nos atañen directamente y para trabajar por una Europa de los Pueblos que sustituya progresivamente a la Europa de los Estados-nación. Estos planteamientos soberanistas deben tener un marcado carácter anticolonialista, tanto por la dependencia y el expolio que sufrimos por parte del Estado español, como en su vertiente mundializadora para evitar la rapiña, la expoliación económica y la dominación política de las potencias imperialistas amén de sus tentáculos vía Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. La solidaridad mundializadora debe ir ligada a una democracia real y participativa, no sólo para fomentar que Aragón se convierta en un referente de libertades individuales y colectivas, sino para propugnar un nuevo orden mundial basado en el equilibrio entre Pueblos, el derecho a la libertad y los ajustes necesarios para aproximarnos hacia una socialización de los medios de producción. La lucha en este largo plazo, exige desde una perspectiva de izquierda nacional, el adoptar el principio de auto-organización para que el Pueblo aragonés, aparte de tener fuerzas políticas propias y no sucursalistas, disponga de sindicatos propios, una sociedad civil concienciada con los problemas del país y una capacidad frentista que nos aune como nación que somos para responder ante el dominio o las injusticias, provengan del Estado, de la lucha de clases o de las contradicciones del actual sistema estato-nacional de carácter neoliberal y monocultural. Este es el papel fundamental de Chunta Aragonesista en toda este marco de luchas y conflictos. Este es el verdadero Aragón Libre y Sozialista.
PROFUNDIZACIÓN DE LOS DERECHOS COLECTIVOS DE ARAGÓN
En aras de lograr un mayor consenso entre las distintas sensibilidades políticas dentro de Chunta Aragonesista, y dado que a día de hoy nos hemos consolidado como referente del aragonesismo de izquierdas tanto a nivel político como social, se hace ineludible el plantear un programa marco de “mínimos máximos” para que podamos trabajar a corto-medio plazo en las “dos velocidades” en las que están encajadas nuestras legítimas aspiraciones como Pueblo aragonés, es decir, como sujeto político con derecho a luchar por sus propias libertades:
1) El actual marco jurídico-legislativo consagrado por la Constitución del Reino de España (1978) y por el Estatuto de Autonomía (1982) nos lleva a reivindicar una vía reformista con el fin último de mejorar la calidad de vida y el autogobierno de los ciudadanos aragoneses. En este marco se han insertado las posturas de Chunta Aragonesista en los últimos tiempos. A corto plazo y dependiendo del mapa político que se configure tras las elecciones estatales del 2004, deberíamos continuar defendiendo la revisión del texto constitucional, para cambiar el actuar reparto vertical de la soberanía ya que la capacidad última de decisión siempre permanece en las Cortes Generales, para evitar que la reforma de los estatutos autonómicos dependa en última instancia de ellas (art. 147 de la Constitución), o para evitar el recorte de competencias estatutarias mediante la duplicación o invasión de normativas estatales (art. 150.3). Así mismo, debemos seguir apostando por la supresión de las Diputaciones provinciales así como exigir que desaparezcan los gobernadores civiles, introduciendo mecanismos de corte federal que le permitan al Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón ser el representante del Estado en nuestra nación, y para seguir avanzando en uno de los objetivos ya plebiscitados por la propia Chunta Aragonesista, el reestructurar el territorio aragonés mediante la creación de una “Federación de Comarcas” (art. 7.a de los Estatutos del partido). Otro aspecto a reformar sería el Senado ya que actualmente no cumple su función consagrada constitucionalmente como cámara de representación territorial, agravada por ser un órgano de composición provincial; se trata de un vacío gravísimo ya que las Comunidades Autónomas dependen de la discrecionalidad del Gobierno central para mantener relaciones sobre problemáticas comunes (léase el Plan Hidrológico Nacional). Y se hace evidente que una autonomía política eficaz no puede desarrollarse adecuadamente sin una buena financiación: Aragón debería luchar por tener una autonomía fiscal al modo vasco-navarro, sin renunciar a la deuda histórica acumulada desde 1707 por el Estado español y que viene a estimarse en unos dos billones de euros.
2) A largo plazo pero trabajando desde ya deberíamos plantear la vía soberanista como “segunda velocidad” de este proceso. Todo esto se supone como asumido por Chunta Aragonesista dado que reconocemos a la ciudadanía aragonesa como sujeto soberano de derechos y libertades basados en el derecho a la autodeterminación. Aragón debería tener voz propia y mecanismos legales que lo permitiesen, en la Unión Europea, para defender los problemas que nos atañen directamente y para trabajar por una Europa de los Pueblos que sustituya progresivamente a la Europa de los Estados-nación. Estos planteamientos soberanistas deben tener un marcado carácter anticolonialista, tanto por la dependencia y el expolio que sufrimos por parte del Estado español, como en su vertiente mundializadora para evitar la rapiña, la expoliación económica y la dominación política de las potencias imperialistas amén de sus tentáculos vía Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. La solidaridad mundializadora debe ir ligada a una democracia real y participativa, no sólo para fomentar que Aragón se convierta en un referente de libertades individuales y colectivas, sino para propugnar un nuevo orden mundial basado en el equilibrio entre Pueblos, el derecho a la libertad y los ajustes necesarios para aproximarnos hacia una socialización de los medios de producción. La lucha en este largo plazo, exige desde una perspectiva de izquierda nacional, el adoptar el principio de auto-organización para que el Pueblo aragonés, aparte de tener fuerzas políticas propias y no sucursalistas, disponga de sindicatos propios, una sociedad civil concienciada con los problemas del país y una capacidad frentista que nos aune como nación que somos para responder ante el dominio o las injusticias, provengan del Estado, de la lucha de clases o de las contradicciones del actual sistema estato-nacional de carácter neoliberal y monocultural. Este es el papel fundamental de Chunta Aragonesista en toda este marco de luchas y conflictos. Este es el verdadero Aragón Libre y Sozialista.
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