jueves, agosto 27, 2009

La trinchera del trabajo

Molan los jefes, esos que no conocen el barro de la trinchera, esos que no se tienen que pelear el día a día sin tener de lejos los medios adecuados, aquellos que creen que seguir las normas es tan fácil como leerlas, esos entes supracelestiales que no tienen que soportar a los clientes gilipollas (que aunque sean minoría los hay), ni tienen que intentar que les crezcan dos brazos más cuando el trabajo se desborda, ni les presionan porque dicen que se emplean demasiadas horas y al mismo tiempo piden que los tiempos sean perfectos. Vamos, que básicamente te piden que comas con cuchillo y tenedor de plata, pero sólo si compras tú los cubiertos, los dejas limpios y después se los cedes a la empresa. Cualquier otra cosa estará siempre mal.

Hoy he tenido el placer.

1 comentario:

Dina dijo...

Molan siempre y cuando ese jefe seas tu.

¿Has tenido un mal día?... eaeaea, ya paso... ahora para ahogar el recuerdo un buen copazo