No, no me gusta la próxima huelga
del 14 de noviembre. Y no por las razones que más o menos se oyen por la TDT
party y allegados, desde ahí dicen que es una irresponsabilidad, dada la
situación actual, salir a “paralizar un país”. Irresponsabilidad es no hacer
nada, más daño económico hace un temporal que dure 3 días que la huelga del
próximo miércoles, así que por favor, no nos vengan con tonterías.
No me gusta por distintas y
variopintas razones. No me gusta que desde un punto de vista mediático quieran
CCOO/UGT/PSOE colgarse medallas y apropiarse del mensaje de una buena parte de
la sociedad que está casi tan harta de estos elementos como de sus supuestos
antagonistas. Creo que habrá mucha gente que no salga porque no quiera ser
utilizada de comparsa.
No me gusta porque desde las
izquierdas no se lanza ningún mensaje articulado de alternativa. Aquí cada una
hace la guerra por su lado. No me parece mal que cada una barra para casa, eso lo
considero legítimo, pero no hay un mensaje que se enfrente a las ideas de la
derecha que sea identitario. Aunque luego fuera para que unos grupos quisieran
llevarla más lejos que otros. Lo que hay es una básica respuesta a los
recortes, los liberales saben lo que quieren, nosotras no. Ahora mismo las
izquierdas me recuerdan al movimiento ludista de comienzos del siglo XIX,
reaccionaban contra la industrialización, pero se necesitó del armazón
ideológico anarquista y marxista para que los movimientos obreros tomaran
consciencia de lo que eran y de lo que necesitaban.
No me gusta la falta de liderazgo
ético de los grandes ‘popes’ que llaman a la huelga. El sistema necesita algo
más que una reforma, necesita mucho más que el “quítate tú para que me ponga yo”.
En definitiva no me gusta la falta de definición de esta huelga general
y quiénes quieren sacar tajada. Los recortes hechos no se van a revertir y,
los que tengan que venir no serán frenados por mucha gente que salga este miércoles
14 de noviembre.
Sin embargo voy a ir y voy a
participar. Primero porque no estaré con el bloque “mayoritario”, estaré con
las personas que han demostrado un compromiso por convicciones, no por interés.
Pero principalmente por la misma razón por la que apoyo la paridad de
mujeres/hombres en las listas políticas. Este era/es un debate cíclico, en el
que las posiciones suelen ser enfrentadas, donde tanto mujeres como hombres
defienden/cuestionan la valía de este sistema. Al final, tras mucho escuchar
ambas posiciones siempre me he hecho la siguiente reflexión: No me gusta el
sistema de paridad, hay muchos argumentos para criticarlo, sin embargo se parte
de una desigualdad real del sexo femenino respecto del masculino, y, a pesar de
los defectos, obligar a la paridad es la única herramienta real que puede
funcionar. El día que alguien me dé una solución que funcione mejor en el corto
plazo estaré dispuesto a reconsiderar mi opinión, hasta entonces apoyaré la
listas paritarias.
De la misma forma creo que esta
huelga general tiene muchos “agujeros”, pero hasta que alguien me diga que hay
una forma más efectiva de poner nervioso al gobierno, hasta que seamos capaces
de desarrollar un marco ideológico de horizonte y no meramente de respuesta y
hasta que articulemos las pequeñas realidades todavía en formación, iré y
participaré de la huelga, porque es la única opción que tenemos las personas
que consideramos que nos están robando el presente y malvendiendo el futuro,
porque, esta vez sí, si no salimos a la calle, estaremos dando la razón a Rajoy
con aquello de que el que no se manifiesta le está dando un cheque en blanco
para que hagan lo que quieran, y eso sí que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario