La gota que colma el vaso, esta es una expresión que se oye a menudo, hasta el punto de que en ocasiones se abusa de ella, pero lo cierto es que es que este símil nos ofrece una idea viva y eficaz de lo que ocurre en determinados procesos. Así por ejemplo el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo fue el eslabón final de una cadena de eventos que condujeron al inicio de la Primera Guerra Mundial, fue la gota que colmó el vaso de las tensas relaciones internacionales de entonces.
Hace poco, a raíz de un correo electrónico de un amigo me di cuenta de toda la serie de hechos que se habían venido produciendo con anterioridad. Me di cuenta de que una generación política hoy por hoy se encuentra en la picota, una generación todavía joven, pero con un desencanto que se podría catalogar de milenario. Nunca me ha gustado el autobombo, pero creo que ha llegado el momento de que alguien escriba sobre unas personas que dieron lo mejor que tuvieron, su tiempo, su dinero, su trabajo, su esfuerzo y su sudor por algo que no tenía recompensa material de ningún tipo. Hoy esas personas (con un rango de edad cercano) estamos cada una haciendo la guerra por nuestra cuenta, y aunque hubo “abandonos” voluntarios o circunstanciales, la mayoría se debieron al desengaño. Y sentir el desaliento, el ver que YA no se encaja en donde hasta determinado momento se había uno encontrado bien es duro y puede llegar a crear amarguras que ni el tiempo puede curar.
La dispersión hasta cierto punto era lógica, es prácticamente imposible mantener un grupo humano amplio cohesionado por siempre y para siempre. Lo que no es lógico es que Aragonando, uno de los mejores teóricos del nacionalismo no ya aragonés, sino de los nacionalismos periféricos, que Octubre17, una de las personas con el cerebro mejor amueblado que jamás haya conocido (y en mis casi 31 he conocido a muchísima gente, desde alcaldes a insignes dirigentes y políticos, pasando por jefazos de multinacionales), que Arale, probablemente la única persona capaz de conducir un coche, organizar un concierto, bailar y montar una manifestación todo al mismo tiempo y todo bien, que Ripa, un animal político como no he visto y con una capacidad de trabajo extrema, SoZiaLiSTa, una auténtica eminencia gris, siempre en la sombra pero siempre imprescindible, Barrenau, con una capacidad de aunar consensos y de dejarse el alma en aquello en lo que cree, Oza, la única que podría convencer al mismo demonio de que Aznar, en el fondo merecería ir al cielo. Exulve, compromiso, país y trabajo desde la base, sin ambages y con las ideas claras, que Alcubierre, autoridad en todos los sentidos, si me dice que se puede caminar sobre las aguas si vas descalzo no tardaría un segundo en quitarme los zapatos, no es lógico que hoy por hoy la moral de estas personas (y la mía propia) esté donde está. Andrés Gelás Garanto cuántos sueños de libertad, cuántas canciones puño en alto y siempre 'El canto a la libertad' cuando dice: "También será posible, que esa hermosa mañana ni tú ni yo ni el otro la lleguemos a ver, pero habrá que empujarla para que pueda ser." Hay más gente, Pixelalla, Domingas, Chache, Ruth, Beto, Nafarroako, Xordica, Alejandro… Con los que incluso habiendo disentido en algún momento tienen cuando menos mi respeto y admiración. Pido perdón a aquellas personas que olvido, pero que de una manera u otra colaboraron para que todo fuera por el camino que fue.
De todas estas personas, ¿quiénes estamos con ganas de dar el callo? ¿Por qué?
Todo cambia, sí, demasiado deprisa a veces, tanto que cuando miramos atrás nos damos cuenta de que hemos recorrido un largo camino. Y no todo fue una excursión colegial ni mucho menos, hubo largas travesías en el desierto. Curiosamente no solemos recordar las ampollas en los pies, la sed, la deshidratación, el calor que reblandecía los sesos hasta llegar a hacernos pensar las más maravillosas estupideces... No, ahora, con un poco de perspectiva, nos ponemos un poco en plan melancólico y recordamos los oasis que nos fuimos encontrando en esa travesía... y quizá sea mejor así.
Sólo me queda por decir que fue un verdadero honor el recorrer esos desiertos y el disfrutar esos maravillosos oasis con una generación que dio y creó lo mejor que se ha visto en mucho tiempo.
3 comentarios:
No se puede añadir nada, gracias.
Eso si ya sabes que a mi siguen gustando más los volcanes que los oasis.
Creo que todo el esfuerzo sí ha servido, queda como ejemplo y guía para los oasis. Ésta generación los puede seguir encontrando.
Oasis y volcanes no son incompatibles. ;-)
Y sí, todos los esfuerzos merecen la pena, incluso los que aparentemente han sido infructuosos, somos jóvenes, algo más nos deparará el futuro. De cualquier manera "¡que nos quiten lo bailao!"
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