domingo, agosto 28, 2011

Italia años 90

A mitad de los años 90 en Italia se fundó la coalición electoral L'Ulivo, era un periodo agitado y difícil y las izquierdas italianas, en un esfuerzo de consenso decidieron plantar cara al primer ministro por aquel entonces, Silvio Berlusconi.

Ahora, en nuestro país nos encontramos ante un momento también crucial, las políticas de centro del PSOE PAR se han visto sustituidas por políticas de derechas del PP PAR. En el Estado la oleada de cambio es inminente, el PSOE está desarbolado ideológicamente, el giro (teórico) de políticas que plantea el candidato Rubalcaba se ve día sí y día también desautorizado por las políticas del gobierno de Rodríguez Zapatero.

La gente desconfía de la clase política, sin embargo, a falta de alternativas reales, parece amoldarse a la mediocridad, prueba de ello es que Rajoy tiene todas las papeletas para formar el próximo gobierno.

Desde aquí quiero lanzar la idea (que ya está circulando ampliamente por la red) de una alianza de las fuerzas de izquierda aragonesas. No se trata solo de hablar de la ley D'Hondt y de cómo el PPSOE se repartirá unos escaños, no se trata únicamente de desear que haya presencia aragonesa (de nuevo) en Madrid.

Se trata de algo mucho más profundo, tenemos que saber transmitir a las gentes de izquierdas de nuestro país que una alianza CHA-IU no sería un reparto de sillones, tenemos que hacer partícipe a las militancias de ambos partidos y paralelamente a la sociedad más concienciada del proceso que habrían de llevar a dos fuerzas, que comparten más cosas que las unen que cosas que las separan, a plantear un horizonte hacia donde caminar. No tenemos mucho tiempo, aparte de intentar dar valor real a los votos de la izquierda aragonesa tenemos que crear un marco de referencia ideológico que recoja toda la indignación contra los mercados, toda la indignación contra la políticas del gobierno socialista apoyadas por el PP y los "mercados", todo el cansancio y hastío de la sociedad hacia la clase política tradicional y, principalmente, toda la ilusión que las auténticas políticas de izquierdas pueden insuflar a muchas personas cansadas, pero no descorazonadas.

También podemos seguir como hasta ahora, pero eso, corriendo los tiempos que corren, me parecería una de las decisiones más estúpidas que pudiera tomar cualquier persona que se considerara aragonesa de izquierdas.

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