martes, marzo 25, 2008

Sobre Chunta




Esta es en parte una contestación a ajovin y a la manera que tiene de entender la política. Voy a contar mi propia historia, de cómo y por qué terminé en este partido llamado Chunta Aragonesista, no porque me guste hablar de mí mismo (rara la vez lo hago) si no porque puede poner un poco en contexto todo lo que voy a decir y las razones que me empujan a actuar como lo hago.

Mi entrada en política fue cuando tenía 18 años, con los exámenes de selectividad a la vista no se me ocurrió mejor idea que presentarme a las elecciones para alcalde pedáneo de mi pueblo (Banariés, un municipio incorporado a Uesca). Salí elegido, básicamente porque fui el único que se presentó al puesto. En los 4 años siguientes entré en una dinámica tan loca como apasionante, en donde aprendí a marchas forzadas cómo funcionaba el ayuntamiento de Uesca, en donde entre otras cosas fui elegido por mis colegas como el representante de los municipios incorporados en el patronato de turismo de la ciudad (dicho patronato se puso en marcha en aquella época), fui elegido claustral en representación de mi facultad en tres ocasiones distintas, formé parte de la delegación de alumnos, intentamos introducirnos en el sindicalismo estudiantil a través de las redes que tenía UGT en la universidad de Zaragoza (obviamente quedamos automarginados), pero dicho fracaso nos impulsó a crear Unibersidá http://www.unizar.es/unibersida/ que fue un éxito.

Afiliarme a Chunta lo hice después de salir elegido alcalde, hasta entonces me había estado debatiendo entre IU y CHA, pero la gota que colmó el vaso fue la aprobación en Cortes españolas de la reforma estatutaria hecha en diciembre de 1996, en aquel entonces CHA fue el único partido aragonés que estuvo a la altura, así que creo que fue en enero de 1997 cuando me afilié (alcalde era desde el 96). Comencé una militancia activa en CHA y en Chobenalla, al poco tenía responsabilidades comarcales y junto con otras compañeras íbamos a las reuniones de la ejecutiva nacional de Chobenalla. Tras la siguiente Asambleya Nazional de Chobenalla salí elegido para la secretaría de coordinación, fue un vano intento de crear una diarquía entre el ligallo de Zaragoza y el de la Plana de Uesca, por entonces los dos ligallos más potentes del país.

En la Asambleya del año 2000 en Castillazuelo (Semontano de Balbastro) se produjo una refundación de Chobenalla, las pocas personas que allí acudimos tomamos la firme decisión de no dejar morir Chobenalla Aragonesista por inanición y a fuer de ser sinceras lo conseguimos. Se inició una etapa de crecimiento continuado que tuvo su culminación en la Asambleya de Chaca de 2004, la más numerosa de la historia de Chobenalla en la que terminé mi ciclo natural en la organización como coordinador nacional saliente. A partir de entonces viví en Inglaterra durante los siguientes 3 años.

A todo esto ya había terminado mi licenciatura y el CAP. Durante todo ese tiempo trabajé en CHA, trabajé en Chobenalla, aunque jamás tuve un trabajo remunerado por parte del partido (ni lo solicité) y lo que sí tuve que hacer es trabajar aparte (de camarero, telepizzero, en un criadero de perros, en MILDRED, en una industria de prefabricados de hormigón, etc.) porque desgraciadamente ni mis padres pudieron pagarme la carrera ni las becas eran lo suficientemente cuantiosas como para poder sacarse la licenciatura. Y quiero dejar esto claro para que se vea de dónde procedo, qué he hecho, por qué lo he hecho y que en esta vida nadie me ha regalado nada.

Bien, había dicho que en el 2004 terminé mi ciclo natural en Chobenalla. Lo cierto es que así debiera haber sido, pero mi retiro inglés no fue tal. En una de las decisiones más injustas, prepotentes e inútiles de la historia del aragonesismo el Consello Nazional decidió desvincular a Chobenalla. Sí, digo desvinculación porque eso es lo que fue, no se expulsó al conjunto de la militancia, se echaron a las siglas, pero el conjunto de personas que estábamos bajo esas siglas nos sentimos heridos, pateados, maltratados y desprovistos de un partido que, en teoría, había de cuidarnos. La expulsión (y la llamo así porque así nos sentimos), siendo como fue grave, fue solamente un síntoma de lo que se avecinaba. Falta de tolerancia con las personas que se atreven a disentir, búsqueda de la posición unitaria, no por consenso, sino por imposición, patrimonialización del partido, asalariados más pendientes de controlar a la militancia que de motivarla, más interesados en mantener o incrementar el statu quo que en trabajar por el partido. Adocenamiento de los grupos institucionales, falta de conexión con la realidad y falta de un liderazgo claro.

Y esta crítica que acabo de hacer es somera, sin profundizar mucho, pero apunta una serie de males que convendría atajar antes de que la sangría de votos haga de CHA un nuevo PSA y de Aragón un nuevo barranco centralista. Critico abiertamente a mi partido, como no podría ser de otra forma en un partido que se llama de izquierdas, el silencio ante la sociedad la única imagen que puede transmitir a la sociedad es la de inmovilismo y eso, precisamente ahora es lo último que necesita el nacionalismo aragonés.

7 comentarios:

Aragonía dijo...

Quisiera saber tu opinión sobre el plan de acción política que se está diseñando desde la dirección de CHA.
Creo que recoge el sentido de refundación ideologica que se postula por parte de la militancia.
Creo que los dos sectores tienen que empezar a hablar de una puñetera vez.

Florencio dijo...

Témome que hasta que no se pierda la representación en Zaragoza la cosa no se moverá. Si tengo tiempo escribiré un artículo sobre cómo veo la cosa en estos momentos.

Aragonía dijo...

Creo que un diálogo siempre es cosa de dos.
Flaco favor se nos está haciendo a los compañeros que en los pueblos y comarcas tenemos a Chunta Aragonesista como instrumento para transformar nuestros pueblos, gestionar el territorio y el paisaje.
En dos palabras; HACEMOS PAIS.

Florencio dijo...

Creo que se necesita tocar fondo para poder retomar el vuelo. El día que no haya gente aspirando a los 3000 euristas sueldos (y más) de las concejalías de Zaragoza, puestos en Cortes y demás, entonces será cuando las únicas personas que quedarán para reconstruir el partido serán precisamente las gentes de las comarcas, aquellas que han de gastar de su propio bolsillo por estar en política y las militantes de base, que también dejan de su bolsillo para acudir a actos, manifestaciones y demás. Hasta entonces queda una larga espera, donde las más desilusionadas, las más cansadas y las más trepas se quedarán por el camino. (O al menos en gran parte).

Aragonía dijo...

A esta gente u otra siempre la tendremos. CHA es un partido que está en las instituciones y esto es un hecho irreversible a no ser que nos convirtamos en un grupo puramente antisistema.
Yo tengo una orientación personal hacia el bien común. Esa es mi pequeña, pero ancha, ideología utópica. Mi contexto geográfico-cultural, con el que me identifico subjetivamente, Aragón. Mi compromiso y herramienta política Chunta Aragonesista.

Florencio dijo...

Si yo puedo compartir esa visión general, el tema es que ya nos estamos quedando fuera de las instituciones y no precisamente por tener ideas antisistema, antes al contrario...

Por otra parte no se puede decir que siempre se tendrá a una gente puesto que si esa gente se desilusiona abandona el proyecto y deja de emitir ideas a favor de CHA entre la gente que le rodea. Y decir que si no están esas personas habrá otras es un error. No se puede decir: "si se va el 20% de la militancia y se desactiva otro 30% ya vendrá otra" porque esa es una riqueza que se pierde y que no se recupera tan fácilmente. El capital humano en este tipo de organizaciones vale más que todo el dinero del mundo o que 200 asalariad@s.

Aragonía dijo...

La gente a la que me refería es a la “3000 eurista” institucional. De esa no faltará, no. Ojo, yo creo que es absolutamente legitimo luchar por obtener una remuneración que compense los esfuerzos de todos los cargos públicos. Estoy absolutamente de acuerdo con el resto de tu discurso. Creo que CHA tiene que afrontar ese distanciamiento de la militancia de base. Y por eso doy todavía un voto de confianza a la nueva dirección que está abriendo los debates internos sobre Mularroya, Gran Escala, el trasvase, o el Plan Político de futuro