martes, noviembre 21, 2023

LOS ANTISISTEMA (DE DERECHAS)

 

Esta oleada conservadora que ha estado ocupando las calles de Madrid (la localización geográfica es importante) es algo novedoso e interesante.

 

Tradicionalmente hemos sido las izquierdas las que hemos jugado ese rol, de hecho, mal que les pese, desde las izquierdas se han conseguido las movilizaciones más numerosas, por la educación, por la sanidad, contra la guerra, el 15-M... Sólo superadas por las manifestaciones más transversales que se realizaron contra ETA cuando la banda todavía existía, o en Aragón contra el trasvase del Ebro.

 

Las derechas han sido pro-sistema, las izquierdas se han movido desde la manifestación pacífica hasta movimientos más claramente antisistema. La violencia estatal a través de la policía se ha materializado en demasiadas ocasiones contra protestas pacíficas y siempre contra las que han sido organizadas por las que han sido denominadas “organizaciones antisistema”, las cuales, todo sea dicho, están profusamente infiltradas por la propia policía.

 

Desde las izquierdas tenemos profundamente interiorizado que no importa que la protesta sea pacífica, como cuando se hace una sentada, da igual que te juntes para impedir un desahucio de una anciana con una persona dependiente a su cargo por parte de un fondo buitre multimillonario, es irrelevante que te manifiestes y cortes una carretera secundaria para evitar una expropiación de tierras forzosa para la construcción de un pantano, da igual lo que hagamos, sabemos que el sistema va a defender al fuerte y que la policía y/o la Guardia Civil van a ejercer el "monopolio de la violencia" por parte del Estado para molernos a palos, dar una patada voladora una persona sentada en unas escaleras, perder un ojo o un testículo por pelotas de goma tiradas a corta distancia o cualquiera de las muchas tropelías cometidas. Sabemos también que, a no ser de una carga de prueba muy irrefutable, la palabra del policía será tomado como válida frente a otros 50 testigos que pudiese haber y dar una versión diferente. Benditos móviles con cámara que tantos montajes han desmontado, eso sí, sin mayores consecuencias para los que han mentido y, si les ha pasado algo, los distintos consejos de ministros no han tardado en indultarlos, el sistema.

 

Las derechas han salido a la calle en una rara amalgama que, en cierta medida, recuerdan el crisol de sensibilidades que salieron a la calle el 15-M.

 

Desde las izquierdas no hemos podido sino reírnos de la bisoñez de esta gente de bien, acostumbrada a ver en el salón de su casa o desde sus móviles de más de mil euros cómo reventaban cabezas de personas en movilizaciones "de izquierdas", mientras asentían y pensaban que les estaba bien empleado.

 Protestas en Ferraz contra la amnistía

De repente los cayetanos y cayetanas madrileños se han dado cuenta de que los policías son "unos chulos", que tienen porras y las utilizan no únicamente contra "piojosos" y "sociatas". Eso sí, el "monopolio de la violencia" ha sido utilizado muy moderadamente, han cortado una autovía (!) sin que hayan cargado contra ellos. La paciencia de la policía con gente concentrada sin previo aviso en la vía pública es increíble. Movimientos de izquierdas han intentado cortar la Gran Vía madrileña multitud de veces sin permiso y la somanta de hostias que les ha caído ha sido épica. Los cayetanos lo han hecho sin mayor consecuencia.

 

Mi única esperanza es que Marlaska dé las órdenes oportunas para que les empiecen a llegar multas a todas las personas que hayan identificado, todo gracias a la ley mordaza. Y es que esta es una de las paradojas más maravillosas que nos podemos encontrar, porque una ley aprobada por el PP y aplaudida por Vox, creada en medio de una gran confrontación social debido a los brutales recortes en el estado del bienestar y que se hizo para reprimir de forma antidemocrática a las manifestantes de izquierdas, puede convertirse para el gobierno en una herramienta maravillosa para reventar a multas a esta gente.

 

Decía que desde las izquierdas nos reímos de la bisoñez de los manifestantes y es verdad que la colección de frikis que ha salido a la calle creo que avergüenzan a las personas que de verdad salen a protestar contra la futura ley de Amnistía.  También he de decir que la gestión/confrontación callejera se aprende pronto y si esto sigue unos pocos meses habrá un cuerpo de manifestantes de derechas "entrenado" para enfrentarse a tácticas policiales.

 

Pero lo más relevante desde mi punto de vista es que las derechas, tan acostumbrada a ser parte del sistema hoy se sienten fuera del mismo. El problema fundamental es que se convierten en antisistema pero no para acabar con el sistema capitalista, no para luchar contra el sistema bancario, no para oponerse a la eliminación de la sanidad pública universal, se oponen al sistema parlamentario español, ese que ha tenido las mismas reglas desde 1978 y que nunca les había molestado. Están rabiosos contra un sistema parlamentario que no les ha dado el Gobierno de España y que como guinda aprobará una amnistía que les hace sentir que no tenían razón cuando jaleaban "a por ellos" contra el pueblo catalán. (Y no, no la tenían).

 

La rabia se concentra en Madrid (la localización geográfica es importante) pero como siempre el centralismo español, que se exacerba en los medios de comunicación, hace de caja de resonancia en todo el Estado, haciendo que salten chispas aquí y allá.

 

Las derechas españolas se encuentran con que su idea de mantener a la fuerza a Catalunya y a Euskal Herria en España supone que esos territorios se decanten en votaciones generales por el PSOE y que además las derechas nacionales de dichos territorios no puedan ver ni en pintura a un PP alineado y aliado con los energúmenos de VOX. De hecho la balanza en el Congreso de los diputados es más conservadora que progresista y eso se notará esta legislatura.

 

Donde no hay un sentimiento identitario tan fuerte como en Euskal Herria y Catalunya se sobrevive como se puede, en Aragón se ha conseguido un diputado aragonesista y, en las condiciones actuales, podemos darnos con un canto en los dientes. Nunca había visto un Aragón tan sumiso y colonizado como en la actualidad.

 

Podemos está amortizado, Sumar no se sabe dónde llegará, pero estas fuerzas escoradas ligeramente a la izquierda del PSOE, con una sensibilidad territorial algo mayor, son las que también van a posibilitar la Amnistía.

 

Estas movilización antisistema de las derechas es poco probable que se mantenga en el medio plazo, son además movimientos que benefician a VOX e incomodan al IBEX 35 que ya ha dado por amortizado a Abascal. De hecho la supervivencia de Abascal pasa por convertirse en una especie de Izquierda Unida, con un bloque de votantes pequeño pero fiel y, esta vez, alejado de los caciques del IBEX 35, si no lo hace le pasará como a Ciudadanos. Ese podría ser el poso que podrían dejar los antisistemas de derechas actualmente activos, un VOX más pequeño y bunkerizado.

 

Al PP le conviene la Amnistía, una vez pacificada Catalunya podría hacer el acercamiento que necesita con el PNV y Junts. A día de hoy, con todo lo que está movilizando, no puede ni plantearse la abstención, que sería lo más adecuado cara al futuro. El partido de Feijóo está en una situación jodida y si el líder gallego no toma las riendas e impone su criterio al de Aznar, como en su día consiguió hacer Rajoy, no tardará en ser descabalgado.

 

En cuatro años tocaría ya un ciclo conservador en el Gobierno de España, de hecho este ciclo se ha retrasado por la incompatibilidad de VOX con las derechas periféricas. Si no existiese VOX Feijóo hubiese firmado la amnistía y los medios de comunicación madrileños (la localización geográfica es importante) hubiesen callado o incluso aplaudido como cuando Aznar pacto con Jordi Pujol. Por eso esta legislatura con excepción de lo territorial va a tener un perfil más bajo en cuanto a avances sociales.

 

No sé si PerroSanxe terminará la legislatura, pero sé que los resortes más conservadores del Estado, desde la Judicatura, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el propio ejército no se lo van a poner fácil.

 

Lo lógico sería que el PP después de calentar mucho la situación dejase enfriar el tema de la Amnistía en los próximos dos años y dejase los dos años siguientes para alejarse de VOX y acercarse a las derechas nacionalistas e independentistas periféricas.

 

Pero esto no es tan fácil cuando se está alimentando el sentimiento de que el sistema no funciona y hay que luchar contra él. Los antisistema de derechas en España tienen como referente muy claro la dictadura y teniendo en cuenta que dentro de la Unión Europea esto no sería permitido seguramente bascularán hacia el autoritarismo y modelos similares al polaco y al húngaro, en donde, vuelvan a la idea de reprimir a los "malos españoles" sean estos gays, catalanes o feministas.

 

Mantengamos muy vigilados a los antisistema de derecha porque aunque ahora generen más risas que otra cosa, son el germen de los peores males que han acechado siempre a España.