Uno, que tiende a ser malicioso y cínico en lo que respecta a estudiar las relaciones entre Estados, no puede dejar de plantearse si, el conflicto iniciado por Marruecos en Melilla, no estará relacionado con el ímpetu con el que el Ministerio del Interior español ha puesto en los últimos tiempos con el tema de la expulsión de inmigrantes sin papeles.
Tan es así que hasta los ciudadanos estadounidenses de color se han visto acosados por la policía española. Teniendo en cuenta que el colectivo inmigrante marroquí es uno de los más numerosos (por origen de países era el más numeroso en 2006) no sé hasta qué punto todo el jaleo montado y el hecho de que haya ido a Marruecos Rubalcaba y no Moratinos tenga más que ver con los inmigrantes marroquíes sin papeles que los desórdenes que cíclicamente se producen en la frontera hispano-marroquí.
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