Ya publiqué en un post anterior cuál era mi opinión respecto a ETA y los que todavía la apoyan. La verdad es que creo que no se dan cuenta de que la situación está cambiando a pasos agigantados. Recuerdo cuando España ganó la copa de Europa, me despertaron coches haciendo tocar los claxon y a mucha gente sorprendió la celebración en la centralísima plaza Moyua de Bilbao. Recuerdo comentarlo con la gente del curro, muchas de ellas implicadas en el mundo de la cultura y de la lengua vasca, y no hacían más que decirme lo extraño que les había resultado ver banderas de España colgadas de balcones o la efervescencia con la selección.
Obviamente la sorpresa no estaba en la existencia en sí de conciencia española (según las encuestas alrededor del 60% de las vascas se sienten españolas), sino la ruptura del control social que de un tiempo a esta parte está teniendo ETA y su entorno. Hoy mismo ha salido la noticia de que han apedreado los cristales de la Herriko taberna de Lazkao. Control que está costando mantener incluso en los círculos de los familiares de presos de ETA.
ETA podía haber dejado las armas en una situación relativamente ventajosa, su empecinamiento les está llevando al borde del precipicio, a la banda y a su entorno.
Dicho esto he de complementar diciendo que la ilegalización es un error, ha de ser el Pueblo quien quien los eche fuera.
Hoy me ha llegado una publicidad que me invita a votar a D3M y que mi voto conste como nulo, no voy a hacerlo, opto por aralar, y es que aunque estuviesen legalizados no los hubiera votado, en el curro una compañera me decía que tendría que hacerlo por solidaridad. Lo cual es un error desde mi punto de vista, ya que si mañanan ilegalizan a un partido nazi no voy a votarles por "solidaridad" dado que estoy en contra de la ilegalización de partidos.