El triunfo del capitalismo clásico consistió en obtener una vetaja competitiva tan grande sobre el resto, que hacía muy fácil avasallar a la competencia, ya fuera interna o externa. Esto es, Inglaterra obtuvo una ventaja sideral en la primera revolución industrial, ningún país le podía chistar en cuanto a tecnología se refería, después eso se exportó al resto del mundo occidental con mayor o menor fortuna.
En esa situación Gran Bretaña fue la mayor impulsora del librecambismo, lógico, el caso típico es lo que hizo con Portugal, le impuso el librecambismo, a Inglaterra se exportaba el vino de Oporto, los cosecheros contentos, pero el resto de la incipiente industria portuguesa quedó literalmente destrozada, un lastre que se puede rastrear hasta la actualidad.
Como respuesta se creó el proteccionismo, que mediante elevados aranceles protegía la industria nacional. Lo cierto es que demasiado proteccionismo hace caer en la desidia empresarial, para qué esforzarse si productos mejores y/o más baratos nunca van a entrar, sin embargo un proteccionismo limitado puede evitar que el pez más grande se coma al más chico y que además arrase con el medio ambiente de este último.
¿Cuál sería el nuevo proteccionismo en los tiempos que corren? Quizá el ejemplo más claro (y clásico en su fondo y forma) sea el de la política agrícola de la UE o de los EEUU.
Sin embargo, visto de otra manera, el actual proteccionismo que pueden hacer los Estados sería otro: la socialdemocracia. Cuando una doctrina mantiene que es el Estado el que ha de mantener la posición más predominante en la sanidad por ejemplo, está evitando que lleguen grandes capitales o grandes corporaciones y comiencen a mercadear con la sanidad. Esto se podría aplicar a la educación o a los servicios sociales en general.
¿Es positivo? ¿Es negativo? Este "proteccionismo" (pónganse todas las comillas que se quieran) no solo protegen sanitariamente a una sociedad, sino que además evita un fraccionamiento que llevaría a crear unos servicios dirigidos no a proteger, sino a hacer negocio con la salud.
En esa situación Gran Bretaña fue la mayor impulsora del librecambismo, lógico, el caso típico es lo que hizo con Portugal, le impuso el librecambismo, a Inglaterra se exportaba el vino de Oporto, los cosecheros contentos, pero el resto de la incipiente industria portuguesa quedó literalmente destrozada, un lastre que se puede rastrear hasta la actualidad.
Como respuesta se creó el proteccionismo, que mediante elevados aranceles protegía la industria nacional. Lo cierto es que demasiado proteccionismo hace caer en la desidia empresarial, para qué esforzarse si productos mejores y/o más baratos nunca van a entrar, sin embargo un proteccionismo limitado puede evitar que el pez más grande se coma al más chico y que además arrase con el medio ambiente de este último.
¿Cuál sería el nuevo proteccionismo en los tiempos que corren? Quizá el ejemplo más claro (y clásico en su fondo y forma) sea el de la política agrícola de la UE o de los EEUU.
Sin embargo, visto de otra manera, el actual proteccionismo que pueden hacer los Estados sería otro: la socialdemocracia. Cuando una doctrina mantiene que es el Estado el que ha de mantener la posición más predominante en la sanidad por ejemplo, está evitando que lleguen grandes capitales o grandes corporaciones y comiencen a mercadear con la sanidad. Esto se podría aplicar a la educación o a los servicios sociales en general.
¿Es positivo? ¿Es negativo? Este "proteccionismo" (pónganse todas las comillas que se quieran) no solo protegen sanitariamente a una sociedad, sino que además evita un fraccionamiento que llevaría a crear unos servicios dirigidos no a proteger, sino a hacer negocio con la salud.
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