Resulta que un banco islandés (o varios) se establecen en otros países, al parecer se adaptan a la legalidad de dichos estados puesto que les permiten instalarse y hacer negocio, al final gestionan mal (y presuntamente fraudulentamente) el dinero de los habitantes de esos países, los bancos quiebran y resulta que la culpa es del Estado islandés, por ende de la ciudadanía y ésta tiene que pagar el pato de errores e ilegalidades ajenas.
Pero hete aquí que la gente dice que no, que no piensa pagar la cuenta de otros y los estamentos económicos internacionales dicen que van a llevar el tema a los tribunales, surrealista. Es como si una empresa privada española construye un puerto en EEUU, lo hace mal, malversa el dinero, la compañía quiebra y le hacen pagar al Estado español (los contribuyentes) todo lo que la empresa ha hecho mal, lo dicho, kafkiano.
Por último, he aquí una de las ventajas de tener una nación pequeña, la posibilidad de decidir más directamente y de marcar a los dirigentes políticos de cerca.
Pero hete aquí que la gente dice que no, que no piensa pagar la cuenta de otros y los estamentos económicos internacionales dicen que van a llevar el tema a los tribunales, surrealista. Es como si una empresa privada española construye un puerto en EEUU, lo hace mal, malversa el dinero, la compañía quiebra y le hacen pagar al Estado español (los contribuyentes) todo lo que la empresa ha hecho mal, lo dicho, kafkiano.
Por último, he aquí una de las ventajas de tener una nación pequeña, la posibilidad de decidir más directamente y de marcar a los dirigentes políticos de cerca.
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