Decía el ex futbolista Éric Cantona en una entrevista, que "La revolución se puede hacer de una manera muy simple hoy. El sistema gira entorno a los bancos. Así que hay que destruir el poder de los bancos. Hay tres millones de personas en la calle con una pancarta. Si esos tres millones van al banco y retiran su dinero, los bancos se hunden".
Y tiene toda la razón del mundo, la pregunta es ¿quién pone el cascabel al gato? El sistema capitalista es un entramado más frágil de lo que en ocasiones aparenta, la acción que pregona Cantona o el dejar de consumir derivados del petróleo un mes dejaría a cualquier economía desarrollada más que tocada. La complejidad de las relaciones de nuestras sociedades hace que sean más frágiles, por el contrario las economías más simples (de subsistencia en algunos casos) son mucho más robustas, por eso la sofisticada economía romana colapsó y tras ella se desarrolló el sistema feudal, más simple y por ende más seguro.
Si sacamos nuestro dinero de los bancos, ¿cómo sabemos que la revolución subsiguiente traerá algo mejor? No lo sabemos, y esa es una de las principales bazas del sistema actual, tenemos (o consideramos tener) demasiadas cosas a perder, así que es mejor intentar mantener lo que hay.
Sin embargo parece que los gurús de la economía están empujando la rueda hacia el enflaquecimiento del Estado, y un Estado que no dé garantías de supervivencia digna a las personas que quedan en la orilla se convertirá en un Estado fallido y en un caldo de cultivo ideal de auténticas revoluciones, a aquellas que nada tienen que perder, ¿qué les importa que el sistema actual colapse?
Y tiene toda la razón del mundo, la pregunta es ¿quién pone el cascabel al gato? El sistema capitalista es un entramado más frágil de lo que en ocasiones aparenta, la acción que pregona Cantona o el dejar de consumir derivados del petróleo un mes dejaría a cualquier economía desarrollada más que tocada. La complejidad de las relaciones de nuestras sociedades hace que sean más frágiles, por el contrario las economías más simples (de subsistencia en algunos casos) son mucho más robustas, por eso la sofisticada economía romana colapsó y tras ella se desarrolló el sistema feudal, más simple y por ende más seguro.
Si sacamos nuestro dinero de los bancos, ¿cómo sabemos que la revolución subsiguiente traerá algo mejor? No lo sabemos, y esa es una de las principales bazas del sistema actual, tenemos (o consideramos tener) demasiadas cosas a perder, así que es mejor intentar mantener lo que hay.
Sin embargo parece que los gurús de la economía están empujando la rueda hacia el enflaquecimiento del Estado, y un Estado que no dé garantías de supervivencia digna a las personas que quedan en la orilla se convertirá en un Estado fallido y en un caldo de cultivo ideal de auténticas revoluciones, a aquellas que nada tienen que perder, ¿qué les importa que el sistema actual colapse?
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